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Día 2: Planeando con Anticipación

El fallecido Zig Ziglar solía decir, “Si le apuntas a nada, le vas a dar cada vez.” Siempre me ha gustado esta expresión porque es un buen recordatorio a cerca de la planificación. Te puedes conformar con solo “flotar” por la vida sin un plan, pero vas a terminar llegando a ningún lugar. Cualquier cosa de importancia en la vida, requiere de razonamiento y planeación con anticipación.

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Jesús enseñó una lección similar cuando habló acerca del discipulado en Lucas 14:28-30. Él dijo nadie que esté construyendo una torre empezará la construcción sin antes sentarse y “calcular el costo.” Después de todo, detener la construcción a la mitad porque los recursos no fueron suficientes, haría del constructor un hazmerreír. Los cimientos de su torre se convertirían en un monumento a su incompetencia.

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Lo que Jesús enfatizó del discipulado – evaluar tu situación y planear el costo - funciona con el dinero también. Planear con anticipación está en el corazón del éxito. Para las finanzas personales, eso significa decirle a tu dinero que hacer cada mes creando un presupuesto donde el balance es cero (ni te sobra y tampoco te falta).

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Crear un presupuesto no debería ser algo tomado a la ligera o un pensamiento casual. Necesitas dejarle saber a tu dinero quien es “el jefe”. Necesitas sentarte con papel, lápiz y una calculadora y hacer que ese dinero baile a tu ritmo.

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Para poder crear un presupuesto donde el balance es cero, cuenta todo tu ingreso y asígnalo a las diferentes categorías de tu presupuesto. Cada dólar debe tener un nombre y un trabajo que hacer, y ¡no olvides la cuenta de ahorros! La meta es hacer que tu ingreso – (menos) tus gastos = cero. Si te sobra dinero o te falta, revisa una vez más el presupuesto, quita o añade dinero a las categorías en tu presupuesto, hasta que llegues al número mágico: ¡cero!

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Como creyente, hay otra parte más en cuanto al presupuesto que no puedes ignorar. El dinero que administras, no es realmente tu dinero. Es el dinero de Dios. Así es que él necesita tener la última palabra en cuanto a donde va ese dinero.

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El rey Salomón dijo: “El corazón del hombre planea su camino”. Entendemos eso. Todos tenemos deseos y sueños, valores y pasiones, pero él también dijo (Salomón), que Dios debe ser el que dirija nuestros pasos. Eso significa que cada plan y cada presupuesto que hacemos, debe ser filtrado por Dios.

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Si deseas más ayuda creando tu presupuesto, hemos creado una guía gratuita, Dave Ramsey’s Guide to budgeting para guiarte en el proceso paso a paso y ayudarte en el camino a tener un futuro financiero sólido.

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